Indígena, campesina o Afrodescendiente.
Orgullosa de mi misma, de mis búsquedas, mis luchas y logros.
Somos el motor que ha construido gran parte de nuestra historia,
Somos esas manos, esos pies, esos ojos, que mueven el campo hacia las ciudades.
Es momento de reconocer nuestro trabajo, nuestra magia,
nuestros conocimientos y de sumarnos al cambio.
Las mujeres rurales conocemos el campo, la tierra, la tradición.
Luchamos, nos organizamos, trabajamos y proponemos cambios
que nos permitan vivir dignamente.
Es momento de fortalecer nuestras ideas,
es momento de sembrar la semilla del cambio.